Excursión de medio día por el desierto de Doha
Acerca de esta actividad
- Tu reserva se confirmará en el momento
- Esta opción tiene cancelación GRATUITA: ¡reservá sin problemas!
Lo más destacado
Vive la emoción de un safari por las dunas de Doha sin invertir un día entero: en solo 4 horas pasarás del skyline de rascacielos a un mar de arena dorada, con parada para fotos junto al mar Interior (Khor Al Adaid). Según tu preferencia, puedes unirte a un grupo compartido o reservar un vehículo exclusivo para tu burbuja de viajeros.
- Reserva tu plaza con recogida en hotel, aeropuerto o puerto incluida
- Siente la adrenalina del dune bashing en 4×4 y contempla el desierto que se funde con el mar
- Disfruta de agua fría, té beduino y una pausa para fotos con camellos
Qué incluye
- Recogida y regreso en hotel, aeropuerto o puerto de Doha
- Traslado en 4×4 con aire acondicionado (opción compartida o privada)
- Conductor-guía en inglés con certificación de seguridad en dunas
- Agua mineral ilimitada y té beduino
Seleccioná la fecha y los participantes
La experiencia en detalle
Un conductor-guía certificado pasa a buscarte en un todoterreno moderno con cinturones de seguridad para todos los asientos. En menos de 45 minutos de carretera asfaltada dejas atrás los rascacielos de West Bay y alcanzas la zona de Sealine, donde el asfalto se convierte en arena ondulante. Aquí se aprovecha para ajustar la presión de los neumáticos y, si lo deseas, hacer una breve foto con los camellos que descansan junto a la entrada del desierto.
Empieza entonces el dune bashing: el 4×4 asciende crestas de hasta 40 metros y desciende en diagonal dejando tras de sí una nube de polvo —un subidón de adrenalina que dura lo justo para abrir el apetito aventurero sin mareos prolongados. Entre tramo y tramo, el conductor detiene el vehículo en miradores naturales para que fotografíes el contraste entre el amarillo de las dunas y el azul turquesa del golfo.
El punto culminante es la vista del mar Interior, Khor Al Adaid, un brazo de agua salada que se adentra entre montañas de arena y que solo puede visitarse en pocos lugares del planeta. La guía explica por qué la UNESCO lo reconoce como reserva natural y señala las huellas de zorros del desierto o pequeñas gacelas que a veces se dejan ver al amanecer.
Durante la pausa junto al mar Interior, se sirve agua mineral bien fría y un vaso de té beduino mientras el sonido del viento sustituye al ruido de la ciudad. Tiempo ideal para descalzarse y sentir la arena fina o, si lo prefieres, continuar capturando imágenes dignas de postal.
El regreso a Doha sigue una ruta más suave que permite disfrutar del paisaje y, al llegar a la estación de inflado de neumáticos, tendrás acceso a baños y un pequeño quiosco. En menos de cuatro horas estarás de nuevo en tu hotel o en el aeropuerto, con la sensación de haber viajado a otro planeta sin dejar Catar.