Más acerca de: 10 cosas que ver y hacer en Berlín con niños
Cuando se viaja con niños hay que ser conscientes de que sus intereses pueden ser diferentes de los nuestros. Así, por mucho que a los padres les guste un museo es bastante probable que los más pequeños acaben aburriéndose al cabo de un rato. Por ese motivo, deberías introducir actividades pensadas para ellos.
La ventaja de la capital alemana es que no vas a tener problemas en encontrar planes para que los niños lo pasen bien. Entre otras cosas, vas a poder llevarlos a sus estupendos parques con zonas dedicadas a ellos, entrar en algunos museos que seguro les van a llamar la atención o, si te atreves, incluso montar en un globo.
1. Diviértete en Legoland Discovery Centre
Con sus 3.500 metros cuadrados de superficie, reservar entradas para Legoland Discovery Centre es imprescindible si vas con niños. Es uno de los lugares más visitados por las familias berlinesas y por los turistas que van con niños de entre 3 y 10 años, edades para las que están recomendadas las actividades que se desarrollan.
En este espacio, además de contemplar espectaculares construcciones realizadas con legos, los pequeños van a poder jugar y crear sus propias estructuras. También cuenta con una sala que proyecta una película en 4D, con atracciones y con la llamada biblioteca de Merlín.
Una de las zonas de este centro es el Miniland, donde los niños (y mayores) van a poder ver los monumentos más conocidos de Berlín elaborados con piezas de lego.
Información práctica
- Precio: desde $24
- Horarios: de 10 a 17 horas todo los días. La última entrada debe realizarse antes de las 15 horas.
2. Contempla la ciudad desde un globo
Por aproximadamente $38, te recomiendo que no pierdas la oportunidad de reservar entradas para un paseo en globo Die Welt. A menos que tengan miedo a las alturas, se trata de una de las actividades que los niños más van a recordar de todo el viaje.
El globo, sujeto por un cable de acero, despega cada 15 minutos desde cerca del Checkpoint Charlie. Durante su vuelo vas a poder ver la puerta de Brandenburgo, tener una perspectiva del río Spree y contemplar una imagen diferente del Reichstag.
Información práctica
- Precio: desde 38
- Duración: unos 15 minutos
3. Adéntrate en una aventura escalofriante en Dungeon Berlin
Si vas con niños y jóvenes no puedes dejar de reservar entradas para Dungeon Berlin, donde conocerás la historia más escalofriante de la capital alemana. ¡Una actividad en familia muy diferente y original!
Con tu entrada tendrás acceso a un total de 10 recreaciones de los momentos más terroríficos de Berlín junto a un guía experto y diversos actores y actrices que amenizarán tu visita. Conocerás personajes claves de la historia como la Dama de Blanco o el Bufón Oscuro, realizarás un trayecto en balsa y vivirás una caída desde, nada más y nada menos, que 12 metros de altura en plena oscuridad.
Tienes una amplia variedad de horarios para poder encajar esta actividad en tu programación de vacaciones. Ten en cuenta que esta actividad no está recomendada para menores de 10 años.
Información práctica
- Precio: desde $21
- Horarios: tu entrada es válida a la hora reservada. Todos los días hay espectáculos en inglés a las 11:40, 13:40 y 15:40 horas.
4. Vive una aventura en los museos más divertidos de Berlín
Con un poco de habilidad, puedes darle un toque de misterio y diversión a tu visita a Berlín con niños. Solo tienes que visitar algunos lugares en los que descubrirán experiencias interactivas, ilusiones ópticas o figuras de cera que les dejarán con la boca abierta. Aquí te propongo algunas opciones:
- Exposición Body Worlds en Berlín: Descubre los aspectos más impresionantes del cuerpo humano a través de más de 200 figuras que recrean a la perfección músculos, órganos y tejidos. Una visita que combina ciencia y curiosidad en partes iguales.
- Entradas para Illuseum Berlin: Vive un recorrido lleno de ilusiones ópticas, salas inclinadas y el famoso túnel vortex que desafía la gravedad. Un espacio interactivo ideal para que toda la familia se divierta mientras explora los límites de la percepción.
- Entradas para el Madame Tussauds de Berlín: Acércate a más de 120 réplicas de cera de celebridades internacionales y sácate las fotos más divertidas. Un plan original y entretenido para todas las edades.
- Museo de los Espías: Berlín fue una de las capitales mundiales del espionaje. Aunque no está expresamente destinado a niños, lo pasarán en grande viendo gadgets y secretos de agentes secretos.
- Museo de los Videojuegos: Conoce los primeros videojuegos y consolas, y disfruta de una colección que encantará a pequeños y mayores por igual.
- Museo de Historia Natural: uno de los que más suele gustar a los niños de cualquier edad. En su colección se pueden ver más de 25 millones de muestras de minerales, animales y paleontología. Ah y ¡dinosaurios!.
Descubre la Isla de los Museos con tus hijos
Está claro que cuando se viaja a Berlín, aunque sea con niños, es imprescindible visitar la isla de los Museos. Si la visita se organiza bien y no es muy larga, no cabe duda de que pueden encontrar muchas cosas interesantes. Por ello conviene echar un vistazo a la lista de mejores museos de la ciudad para buscar algunos que les resulten más entretenidos.
5. Recorre los parques y jardines de Berlín
Cualquiera que haya visitado la capital alemana, (incluso si has viajado en invierno a Berlín), se habrá dado cuenta de la gran cantidad de familias que acuden a sus parques y jardines para pasar el rato. Tan solo tendrás que reservar un tour guiado por Berlín para darte cuenta de ello. Si has ido con niños, lo mejor es que imites a los locales y elijas la zona verde que más se adapte a sus gustos.
Uno de los atractivos de estas zonas verdes es que casi todas tienen en su interior áreas de juegos para los niños.
- Para los más activos, por ejemplo, el parque situado en las pistas del antiguo aeropuerto de Tempelhof es la mejor opción. Allí van a poder montar en bici o practicar skate sin problemas.
- Si son aficionados a los cuentos, ningún lugar más apropiado que Volkspark Friedrichshain, donde van a encontrar una fuente adornada con esculturas de los personajes creados por los hermanos Grimm. Además, se trata del parque público más antiguo de la ciudad y cuenta con un estanque, instalaciones deportivas y, en verano, cine al aire libre.
- El parque llamado Los Jardines del Mundo es, sin duda, un lugar que puede convertirse en uno de los favoritos de los niños durante su viaje a Berlín. Situado en el distrito de Marzahn-Hellersdorf, en esta zona no solo van a encontrar un fantástico laberinto y una zona de juegos, sino que también podrán descubrir diferentes estilos de jardines (desde chinos hasta británicos) y degustar comida de diversas partes del mundo.
6. Acude a las playas urbanas o a los lagos cercanos si vas en verano
Aunque no tiene playa, si has viajado a Berlín en verano vas a encontrar varios espacios cercanos al río acondicionados para que locales y visitantes disfruten de un baño y de un picnic en la zona.
- Las playas urbanas más interesantes son la de Kinderbad Monbijou (más familiar) y la de Badeschiff, con un ambiente más festivo.
- Los lagos que rodean la capital y a los que se puede llegar fácilmente en metro son el Wannsee, el del bosque de Grunewald y el Müggelsee.
Por supuesto, la otra gran opción relacionada con el agua es un crucero por la capital alemana. No dudes en reservar un crucero por Berlín. Seguro que les encantará.
...y si viajas en invierno, llévalos a patinar sobre hielo
Se puede decir que Berlín en invierno cambia los baños por las pistas de patinaje. Sobre todo si has viajado en Navidad a Berlín vas a encontrar pistas en varias de las plazas más importantes de la ciudad. Entre todas ellas destaca la que se instala en el llamado Mundo de Invierno (Winterwelt), una especia de feria situada en plena Potsdamer Platz.
Por otra parte, muchos berlineses se desplazan a los mismos lagos en los que se bañan en verano pero, esta vez, a patinar sobre su superficie helada.
7. Entra en el MACHmit!, la mezcla perfecta entre parque infantil y museo
Uno de los lugares más curiosos a los que puedes llevar a tus niños mientras estés en Berlín es el MACHmit!. Abierto en 1993 con la intención de que fuera una mezcla entre un parque infantil y un museo. En concreto, sus actividades están pensadas para aquellos niños entre 4 y 12 años.
Situado en el barrio de Prenzlauer Berg, este lugar está expresamente diseñado para que los niños participen. Para empezar, seguro que se van a quedar asombrados cuando vean donde se encuentra, ya que en el año 2003 fue trasladado al interior de una iglesia neogótica reformada. A continuación te indico algunas de sus zonas principales:
- En su sala de exposiciones principal, en la nave central, va a encontrar una gran estantería de madera a la manera de un laberinto vertical por el que van a poder trepar.
- Otra zona que suele gustarles es su sala de espejos, así como su tienda de jabón, la imprenta y la biblioteca. No faltan tampoco un gabinete de juegos y varias exposiciones didácticas que van cambiando su temática cada año.
- Por último, donde antes se encontraba el altar se ha instalado un anfiteatro en el que tienen lugar diversos espectáculos mientras los padres pasan el tiempo en la cafetería del recinto.
Información práctica
- Dirección: Senefelderstraße, 5.
- Horario: jueves y viernes de 14 a 18 horas; sábados y domingos de 10 a 18 horas.
- Precio: unos 7 €.
8. Adéntrate en la historia de Robin Hood
Una de las ventajas de recorrer los barrios de Berlín más allá del centro es que vas a encontrar lugares que, seguro, no esperabas. Para los niños, por ejemplo, hay pocos más divertidos que el Robin Hood Spielplatz, un parque temático inspirado en el popular personaje.
En Savignyplatz, cerca de la avenida Kurfürstendamm, vas a encontrar una estupenda recreación del bosque de Sherwood, lugar en el que Robin Hood vivía sus aventuras. El punto central del parque, que ocupa unos 14.000 metros cuadrados, es un enorme castillo repleto de torres y casas. Desde este punto, atravesando un puente, se llega a las casas en los árboles en las que vivían Robin Hood y sus camaradas.
El área de juegos se extiende por todo el parque: pistas deportivas, un parque acuático, colinas para trineos y mesas para hacer un picnic.
Más aventuras para niños: zona de juegos del barco pirata
Si Robin Hood no les convence, quizás sí lo haga un barco pirata. Este se encuentra en un parque infantil situado cerca del palacio de Charlottenburg, por lo que puede ser una parada perfecta si has decidido visitar ese espléndido monumento.
La principal atracción del parque es, obviamente, el barco pirata, al que lo niños algo más mayores pueden intentar subir usando las redes de escalada y sentirse un auténtico corsario durante una horas.
Información práctica – Robin Hood Spielplatz
- Dirección: Knesebeckstraße 81, 10623 Berlín.
- Horario: abierto todo el año, acceso libre.
- Precio: gratis.
9. Pasa un rato en Tierpark o en el Zoo de Berlín
Con la reunificación de Berlín la ciudad se encontró con algunas instalaciones duplicadas. Entre ellas, dos zoológicos. Hoy en día, ambos siguen en funcionamiento y suelen proporcionar a los más pequeños muchos buenos momentos.
El Zoo de Berlín, situado cercan de Kurfürstendamm, está considerado como el que tiene más especies animales de todo el mundo, más de 16.000. Igualmente, se trata del más visitado de toda Europa. Entre sus atractivos se encuentra su enorme aviario, además del acuario con tiburones y pirañas. Cuenta también con una zona infantil donde los niños pueden interactuar con ovejas, cabras, ponis y burros.
El otro zoológico de la ciudad, Tierpark, es bastante más pequeño, ya que solo alberga a unas 900 especies diferentes.
Información práctica
- Dirección:
- Zoo de Berlín: Hardenbergplatz 8, 10787 Berlín.
- Tierpark: Am Tierpark 125, 10319 Berlín.
- Horario: ambos abren todos los días, normalmente de 9:00 a 18:00 h (consultar variaciones estacionales).
- Precio:
- Zoo de Berlín: adultos desde 17 €, niños desde 8,50 €.
- Tierpark: adultos desde 15,50 €, niños desde 8 €.
10. Deja que se maravillen con la vida marina en el AquaDom
Los atractivos del centro de Berlín son casi interminables, pero seguro que entre ellos no esperaban encontrar un gran acuario con más de 5.000 ejemplares marinos de 80 especies distintas. Aunque los niños van a disfrutar mucho de la visita, estoy seguro que los adultos también pasarán un buen rato.
Reserva tu entrada para el acuario de Berlín. Se encuentra al lado de Alexanderplatz, en el barrio de Mitte. En su interior puedes ver 35 piscinas diferentes que reproducen varios tipos de espacios naturales. La propia estructura del lugar es espectacular, ya que se trata de un acuario cilíndrico con un ascensor interior por el que se sube rodeado de un millón de litros de agua salada.
Como es normal, los animales que suelen atraer más la atención de los niños son los tiburones, aunque también son interesantes las rayas, los pulpos, los caballitos de mar y los peces gato.
Información práctica
- Horario: todos los días de la semana entre las 11 y las 17 horas.
- Precio: los mayores de 15 años pagan unos 19 €, mientras que la entrada para los menores es de unos 15 €.
Trucos y consejos para viajar con niños
- Haz un listado de todo lo qué ver y hacer en Berlín: De este modo, podrás explicar cada uno de los monumentos y museos y, de este modo, amenizar la visita a los más pequeños de la casa.
- Aprovecha el bus turístico: todos sabemos que los niños suelen cansarse rápido de andar por la ciudad. Los buses turísticos de Berlín son la alternativa perfecta para visitar los monumentos más importantes de la capital alemana sin cansarse. Solo hace falta estudiar las paradas para ver en cuáles bajarse y dónde volver a subir.
- Transporte público: los menores de 6 años pueden viajar gratis, mientras los que tengan entre 6 y 14 tienen derecho a una tarifa reducida. Los transportes, además, son fácilmente accesibles con cochecitos para bebés.
- Bicicletas: Berlín es una ciudad muy amigable para los que prefieran ir sobre dos ruedas. Si prefieres algo más organizado, existen varios tours en bicicleta muy interesantes.
- Museos: la mayoría de los museos cuentan con entradas reducidas para los niños.