Crucero al atardecer con aperitivo desde Tropea
Acerca de esta actividad
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- Esta opción tiene cancelación GRATUITA: ¡reservá sin problemas!
Lo más destacado
Descubre los tonos dorados y rosados que bañan la Costa degli Dei en un crucero al atardecer de 3 horas que zarpa desde el puerto de Tropea y navega hasta los acantilados de Capo Vaticano. A bordo de una embarcación cómoda con solárium y zona cubierta, brindarás con un aperitivo de vinos calabreses, prosecco y delicias locales mientras el sol se esconde tras el Tirreno.
El punto de encuentro es el muelle principal de Tropea (junto a la Torre del Reloj); la tripulación habla italiano e inglés y da la bienvenida a viajeros de todas las edades. Regresarás de noche cerrada con la cámara llena de reflejos plateados y la brisa marina aún en la piel.
- Reserva ahora y asegura tu puesto en la cubierta panorámica
- Brinda con prosecco y saborea focaccia, queso pecorino y aceitunas locales
- Admira el islote de Santa María dell’Isola iluminado mientras la costa se tiñe de rojo
Qué incluye
- Crucero al atardecer de 3 horas Tropea – Capo Vaticano – Tropea
- Aperitivo a bordo: prosecco, vino Cirò, focaccia, ‘nduja, queso pecorino, aceitunas y fruta fresca
- Tripulación y guía en italiano / inglés
- Traslados terrestres hasta/desde el puerto de Tropea
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La experiencia en detalle
Al embarcar, la tripulación te ofrece una breve charla de seguridad antes de soltar amarras. El casco se desliza junto al emblemático santuario de Santa María dell’Isola, cuya silueta medieval contrasta con el azul intenso del Tirreno. En cuanto el motor toma ritmo de crucero, el capitán sirve la primera copa de vino Cirò mientras se avanza hacia Grotticelle, una cala de aguas turquesa custodiada por acantilados de toba.
La luz comienza a tornarse dorada y la costa revela playas secretas accesibles solo por mar: la tripulación baja la escalera y, si lo deseas, puedes darte un chapuzón rápido o simplemente contemplar las cuevas y formaciones rocosas que dieron nombre a la Costa degli Dei. En cubierta, la mesa se llena de focaccia recién horneada, embutido ‘nduja suave y aceitunas negros; el aroma a orégano y aceite de oliva perfuma el aire.
Al llegar a los farallones de Capo Vaticano, uno de los miradores naturales más espectaculares de Calabria, el barco reduce velocidad; es el momento de la segunda ronda, esta vez un prosecco frío que burbujea mientras el sol roza la línea del horizonte. El cielo se pinta de naranja, fucsia y violeta, y las fachadas de Tropea comienzan a iluminarse a lo lejos. La tripulación anima a los pasajeros a fotografiar el instante o simplemente cerrar los ojos para escuchar el murmullo de las olas contra la proa.
Durante el regreso, la conversación se relaja: el guía comparte historias de sirenas y piratas sarracenos que, según la leyenda, surcaban estas aguas siglos atrás. Con el último destello de luz, el capitán apunta hacia el santuario, ahora iluminado, y la embarcación se alinea para la postal definitiva del viaje. Al atracar de nuevo en Tropea, las farolas reflejan sus haces en el puerto y dan la despedida a una tarde que combina paisaje, sabor y tradición mediterránea en su máximo esplendor.