Excursión privada al Palacio de Versalles con entradas

Tu jornada comienza en París, donde un conductor profesional te espera para iniciar el trayecto por la campiña de Île-de-France. En menos de una hora la silueta palaciega de Versalles emerge con sus tejados de ónice y toneladas de dorado reluciendo al sol; un anticipo de la opulencia que marcó a Europa.

Al cruzar la reja de oro, tu guía te conduce directamente al control de acceso reservado: sin colas, sin agobios. En el patio de mármol, los primeros detalles hablan de poder absoluto; desde allí, los Aposentos de Estado despliegan techos pintados por Le Brun y un laberinto de espejos que propagan la luz como ninguna otra sala del mundo barroco.

La Galería de los Espejos impresiona por su longitud y su reflejo infinito; es aquí donde se firmó el Tratado que cambió la geopolítica mundial en 1919. El guía señala los candelabros originales, los mármoles policromos y los símbolos solares que recuerdan a Luis XIV en cada rincón. Fuera, los Jardines de Le Nôtre se extienden como un tapiz geométrico: setos recortados, fuentes mitológicas y avenidas que parecen no acabar nunca. Según la temporada, podrás ver los juegos de agua o los macizos de flores que se renuevan cada pocas semanas. Entre las esculturas y los parterres, la perspectiva sobre el Gran Canal enmarca uno de los horizontes más icónicos de Francia.

Antes de abandonar el dominio real, tu guía te lleva al Petit Trianon, refugio íntimo de reinas y princesas. Allí, los muros más discretos revelan historias de pasión, escapismo y los primeros signos de la Ilustración que acabarían con el Antiguo Régimen. Al subir de nuevo al vehículo, una última mirada al palacio resume la grandeza y la caída de una monarquía que definió el arte y la política del Viejo Continente.