Excursión de 3 días a Normandía, Mont Saint-Michel y los Castillos del Loira desde París
Acerca de esta actividad
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Lo más destacado
Descubre lo mejor del noroeste francés en una escapada de 3 días y 2 noches que enlaza la costa histórica de Normandía, la magia del Mont Saint-Michel y los elegantes castillos del Loira. El autobús de gran confort parte de París (cerca del Louvre) al amanecer y viaja con guía acompañante en español e inglés. Hoteles de 4 estrellas con desayunos bufé y entradas a los monumentos clave ya están incluidos: solo tienes que sentarte y disfrutar. Después de atardeceres en las playas del Desembarco, paseos por las murallas de Saint-Malo y reflejos de Chenonceau sobre el río Cher, volverás a la capital con la cámara llena y el corazón latiendo a ritmo de historia, mar y viñedos.
- Reserva tu plaza con garantía de salida todo el año
- Viaja sin equipaje extra: transporte, hoteles y entradas ya gestionados
- Aprovecha tres regiones en un solo viaje con guía experto
Qué incluye
- Transporte en autobús climatizado durante todo el circuito
- Guía acompañante trilingüe (español / inglés / francés)
- 2 noches en hoteles 4 estrellas con baño privado y desayuno bufé
- Entradas a la abadía del Mont Saint-Michel, Château de Chenonceau y Château de Chambord
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La experiencia en detalle
La ruta comienza cuando el autobús abandona París y se dirige a Rouen, cuna gótica de Juana de Arco y musa de Monet. Las fachadas entramadas y la catedral inmensa marcan el tono histórico de la jornada antes de desplazarse a Honfleur, puerto de postal donde los mástiles se reflejan en aguas tranquilas. Siguiendo la orilla del Canal, el camino se adentra en la Normandía de 1944: los acantilados de Arromanches, la arena de Omaha y el solemne cementerio estadounidense de Colleville-sur-Mer evocan el Día D con sobrecogedor silencio. La primera noche transcurre en la región de Caen, suficiente para probar sidra local y quesos cremosos.
Al día siguiente la silueta amurallada de Saint-Malo aparece sobre las olas atlánticas; callejear por sus bastiones revela historias de corsarios y escritores románticos. Poco después el horizonte se transforma y surge la pirámide de piedra del Mont Saint-Michel, rodeado por esteros brillantes donde la marea galopa. Tras ascender la Rue Grande y cruzar el claustro de la abadía, el viaje vira hacia el interior, duerme cerca de Angers y se adentra en el valle del Loira.
El tercer día amanece entre viñedos. Tras una panorámica del castillo-fortaleza de Angers, la carretera serpentea hacia Chenonceau, un palacio que flota sobre arcos de piedra en medio del Cher. Los jardines renacentistas perfumados preparan el ánimo para Chambord, colosal capricho de Francisco I con su famosa escalera de doble hélice. La tarde avanza, los bosques del Loira se tornan dorados y el autobús regresa a París justo cuando la luz del crepúsculo acaricia el Sena, cerrando una travesía que concentra siglos de arte, guerra y patrimonio en tan solo tres días.