Vuelo en helicóptero de 25 minutos sobre el Parque Nacional del Gran Cañón
Acerca de esta actividad
- Tu reserva se confirmará en el momento
- Esta actividad es en tu idioma
- Esta opción tiene cancelación GRATUITA: ¡reservá sin problemas!
Lo más destacado
Eleva tu aventura sobre el Gran Cañón con un vuelo panorámico en helicóptero de 25 minutos que cruza el paso del Dragón y roza la brecha interminable del río Colorado. Despega del aeródromo sur, contempla la inmensidad desde ventanales envolventes y regresa con el corazón acelerado y la cámara llena de estratos multicolor.
- Reserva tu vuelo hoy y asegura asiento junto a la ventana
- Disfruta de comentarios a bordo en español, inglés y otros idiomas
- Opta por la experiencia total y añade un safari en hummer por miradores secretos del South Rim
Qué incluye
- Vuelo en helicóptero de 25 minutos con ventanales envolventes
- Comentarios multilingües a bordo mediante auriculares personales
- Opción extra: ruta en hummer por el South Rim con guía profesional
- Traslados a la zona de despegue
Seleccioná la fecha y los participantes
La experiencia en detalle
El zumbido del rotor anuncia el despegue, te esperan 25 minutos de pura adrenalina: el helicóptero asciende suavemente sobre la meseta Kaibab y, en segundos, el horizonte se desploma en una de las gargantas más profundas de la Tierra. Bajo tus pies, el río Colorado serpentea a 1500 metros de desnivel mientras el piloto narra cada capa geológica, desde los areniscos rojizos hasta la pizarra violeta del Vishnu.
Tras sobrevolar el Dragon Corridor, la parte más ancha y dramática del cañón, la aeronave gira lentamente para ofrecer vistas de Tower of Ra, Zoroaster Temple y el Nevills Rapids. Los ventanales de burbuja permiten fotografías sin distorsión; los auriculares cancelan el ruido exterior y amplifican la épica banda sonora que acompaña la narración.
Al tocar tierra vuelves con la piel erizada, pero la aventura puede continuar: quienes elijan la opción combinada suben a un hummer descapotado y recorren carreteras secundarias hasta miradores exclusivos, donde el cañón se tiñe de oro al atardecer y las águilas planean con el último soplo térmico del día.
