
12 jun
vie
•18:00
SoFi Stadium • Los Ángeles
19 jun
vie
•12:00
Lumen Field • Seattle
25 jun
jue
•19:00
SoFi Stadium • Los Ángeles
En 2026, el fútbol en Estados Unidos juega literalmente en casa. La selección de las barras y estrellas será uno de los anfitriones del torneo y se presenta como una potencia emergente, con un bloque joven, físico y muy dinámico. Dirigida por un técnico de alto nivel internacional, apuesta por un juego de presión, transiciones rápidas y mucha intensidad, un estilo que encaja con un público acostumbrado al espectáculo. Entre la afición se ve a los Yanks como un posible tapado, capaz de enganchar al país entero si el equipo arranca fuerte desde la fase de grupos.
En la historia de los Mundiales, Estados Unidos llega a su duodécima participación en 2026, después de haber estado ya en la edición inaugural de 1930, donde firmó su mejor resultado con unas históricas semifinales. Más tarde fue anfitrión en 1994, cuando alcanzó los octavos ante la Brasil campeona, y volvió a destacar con los cuartos de final de 2002. En épocas recientes se ha consolidado como un equipo competitivo y difícil de eliminar, alcanzando los octavos en 2010, 2014 y 2022 y acumulando momentos icónicos como la sorpresa ante Inglaterra en 1950 o la exhibición de Tim Howard frente a Bélgica en 2014.
Los nombres propios ayudan a entender la evolución del equipo. Leyendas modernas como Landon Donovan, máximo goleador y jugador con más partidos mundialistas del país, Clint Dempsey o el portero Tim Howard marcaron el listón competitivo de la selección. Sobre ese legado se apoyan los referentes actuales, con Christian Pulisic como líder ofensivo y la energía de Weston McKennie y Gio Reyna en la medular, arropados por una generación cada vez más acostumbrada a jugar en grandes ligas europeas y en una MLS en crecimiento.
Según la mayoría de analistas, Estados Unidos parte como claro favorito para dominar el Grupo D del Mundial 2026. El sorteo lo ha encuadrado con rivales de nivel medio-alto, en un grupo considerado favorable pero nada sencillo, donde cada partido exigirá concentración máxima. Los partidos de la fase de grupos se repartirán entre Los Ángeles y Seattle, con la ventaja extra de jugar en casa y movilizar a una afición muy numerosa. Estos son sus rivales:
El objetivo mínimo de Estados Unidos es sellar el pase a las eliminatorias sin sobresaltos, idealmente como primero de grupo para asegurarse un cruce más amable en el nuevo formato de 48 equipos. Jugando en casa, la selección quiere llegar a octavos con buenas sensaciones, confianza alta y margen para soñar con un camino largo en el torneo, firmando esas grandes noches que puedan consolidar al fútbol como uno de los grandes espectáculos deportivos del país.